martes, 19 de febrero de 2019


LA REVOLUCIÓN DE 1868 150 AÑOS DESPUÉS
Alfredo Pastor Ugena
“(…) La Revolución de 1868 puso el punto de partida del período histórico conocido como Sexenio revolucionario (1868-1874), uno de los más apasionantes de la historia de España. Fue un tiempo de gran intensidad política, en el que, tras el levantamiento que envió al exilio a la reina Isabel II, se sucedieron varios regímenes nuevos: una monarquía parlamentaria, la de Amadeo I, una república con vocación federal y una fórmula autoritaria. Los españoles tuvieron que afrontar además guerras civiles y coloniales, y hasta una sublevación cantonal. La inestabilidad convivió, sin embargo, con la puesta en marcha de múltiples proyectos de modernización del país. Los intelectuales krausistas, futuros responsables de la Institución Libre de Enseñanza fundada en 1876, representaron un papel crucial en aquel laboratorio de ideas, en campañas contra la esclavitud y por la enseñanza de la mujer(…)”
En septiembre de 2018 se cumplió el 150 aniversario de esta Revolución conocida como La Gloriosa y La Septembrina que supuso el destronamiento de la reina Isabel II, representante máxima del liberalismo conservador, iniciándose el conocido Sexenio Democrático o Revolucionario que culminó con la Restauración borbónica de 1874.
A partir de esta Revolución, se produce en nuestra Historia el primer intento de establecer un régimen político democrático, con una monarquía parlamentaria ,con Amadeo I de Saboya (1871/1873), un rey extranjero, y posteriormente en forma de República (1873/1874), fracasando ambas experiencias políticas.
A partir de ahora va a surgir una nueva generación que el historiador Vicens Vives tilda “de  europeísta, culturalista, democrática, provista de un dinamismo especial en la que se funden las ideas de libertad y de progreso”. Con La Gloriosa desaparece la figura del “espadón”, político temperamental y militar de la era isabelina.
Durante el gobierno de Isabel II (1843/1868), distinguimos el período conocido como Década moderada (1843/1858), donde la reina mostró una gran inclinación por la política y los políticos liberales moderados, apartando del poder a los progresistas. El general Narváez es la gran figura de este período. Durante estos diez años tuvieron lugar, entre otros, hechos históricos importantes, la creación de la Guardia Civil (1844), la ley de Ayuntamientos de 1845, la Reforma fiscal de Alejandro Mon del mismo año, la ley electoral de 1846, que configuró un verdadero régimen oligárquico con un sufragio muy restringido (limitó el cuerpo electoral a los varones de más de 25 años, lo que supuso que sólo podría votar el 0,8% de la población), el Concordato de 1851 con la Santa Sede y la promulgación de la Constitución moderada de 1845, con la soberanía compartida entre el Rey y las Cortes, la confesionalidad católica del Estado y un claro recorte de los derechos individuales, especialmente de la libertad de expresión
A partir de ahora, con mayor o menor intensidad, el predominio moderado va a entrar en decadencia, España entra en el camino hacia La Gloriosa (1854/1868), con el Bienio progresista (1854/1856) como consecuencia del levantamiento militar en Vicálvaro del General O´Donnell, lo que se conoce también como la Revolución de 1854. El golpe militar triunfó y propició la formación de un gobierno militar presidido por el General Espartero, líder de los progresistas destacando también en el gobierno la figura del mencionado general O´Donnell, quien fundó el partido político conocido como La Unión Liberal. Durante este corto período de 2 años, tiene lugar: la desamortización de Madoz, en 1855, (recordemos que antes se habían producido, en este siglo, la desamortización de los bienes eclesiástico de Mendizábal, 1836/1837,y la del general Espartero de 1841); también sobresalió la formación de unas nuevas Cortes constituyentes y la Ley de ferrocarriles de 1855.
El enfrentamiento entre Espartero y O´Donnell trajo la vuelta al escenario político de los moderados encabezados por Narváez, entre 1856/1858.Posteriormente gobernaría la Unión Liberal de O´Donnell entre 1858 y 1863, período en el que se produjo la Guerra de África o primera Guerra de Marruecos, entre 1859 y 1860.
Posteriormente volverían otra vez los moderados al poder encabezados siempre por Narváez y su creciente autoritarismo que llevó a la formación del Pacto de Ostende (1866) donde unionistas, progresistas y republicanos se aliaron para derribar a Isabel II y el régimen moderado.
También tuvo lugar la denominada Noche de San Daniel un año antes (1865), en la que “la Guardia Civil y unidades del Ejército  reprimieron de forma sangrienta a los estudiantes de la Universidad Central de Madrid que realizaban una serenata en la Puerta del Sol”.
España asimismo , en 1860, se encontraba inmersa en una grave crisis económica general (financiera, agrícola e industrial) y social que produjo prácticamente la paralización del País.
Esta es la España que concluye con la revolución de 1868 que pondrá fin a una profunda crisis y desgaste del sistema político moderado. Sin duda, la desaparición de Narváez y de O´Donnell facilitaría el camino para el triunfo de la Gloriosa y el derrocamiento de Isabel II.
La revuelta revolucionaria se inició en Cádiz con un pronunciamiento liderado por el almirante Topete, al grito de ¡Viva España con honra!, al que posteriormente se unirían los generales Serrano y Prim, produciéndose levantamientos populares en las ciudades, formándose Juntas revolucionarias. En sus manifiestos y proclamas, casi todas ellas coinciden en unos puntos básicos muy próximos al ideario demócrata: sufragio universal, libertad de imprenta, supresión de los derechos de puertas, libertad de cultos, libertad de industria y comercio, contribución única, abolición de las quintas.
Posteriormente la derrota en la batalla del puente de Alcolea, Córdoba, de las tropas fieles a Isabel II (el 28 de septiembre de 1868), produjo la marcha de la Reina y su familia al exilio a Francia, finalizando así el régimen de los borbones, que volverían posteriormente en 1874 con la Restauración de Alfonso XII, hijo de Isabel II.  Los acontecimientos de la Revolución La Gloriosa tuvieron lugar desde el 19 al 29 de septiembre de 1868, el día 30 de septiembre la Reina sale de España.
El 3 de octubre, Serrano y Topete entraban triunfantes en Madrid; Prim lo haría pocos días después, en medio del clamor popular. El 8 de octubre se formó el Gobierno provisional formado por progresistas y unionistas, negándose los demócratas a formar parte de él. Nicolás María Rivero, en nombre de la Junta Revolucionaria de Madrid encargó a Serrano la formación del nuevo gobierno, en el que este general ocuparía la Presidencia, Prim, el Ministerio de Guerra y Topete el de Marina.
            PON DOS CUADROS MUY IMPORTANTES. ANTONIO ALTADIL, GRANDEZA Y MISERIAS DE LA REVOLUCION Y RETRATO ECUSTRE DE PRIM DE HENRI REGNAULT, ASI COMO EL DE LA BATALLA DE ALCOLEA DE RODRIGUEZ LOSADA. OTROS PUEDEN SER algunas caricaturas que hay muchas SOBRE TODO DE ISABEL II.
Este Gobierno provisional, que dio inicio al Sexenio Democrático, tuvo que enfrentarse a innumerables problemas.  El 21 del mismo mes, las Juntas son disueltas y, poco después, el gobierno fija su política en su Manifiesto a la Nación, en el que se recogían todas las formulaciones políticas defendidas por las Juntas, salvo la abolición de las quintas, pero sin definirse en el plano económico, ya que nunca pretendieron cuestionar la gran propiedad agraria. Esta indefinición traerá consigo el levantamiento del campesinado andaluz. A este problema se añaden otros como: el choque frontal gobierno-Iglesia, por el reconocimiento de la libertad de cultos; y los primeros embriones de la secesión cubana, con el estallido del Grito de Yara y el comienzo de la Tercera Guerra Carlista, en 1872.
Tras el triunfo de la revolución de 1868 se  promulgó la Constitución española de 1869 que se aprobó el 1 de junio, una vez realizada la convocatoria en enero de elecciones a Cortes. En esta Constitución se establecíó la soberanía nacional, el sufragio universal masculino, la libertad de imprenta, la libertad de enseñanza, el derecho de asociación, la libertad de cultos, el juicio por jurados, la acción popular, etc., que la definen (considerando algunos aspectos) como la primera Constitución democrática de la historia de España. Su amplia declaración de derechos en el Título I (casi la tercera parte de los artículos), constituyó una especie de Carta Magna del liberalismo español hasta la Segunda República, que siempre proyectará su sombra a lo largo del resto de la historia española como garantía, en estas cuestiones fundamentales.
Tras su promulgación, el general Serrano fue nombrado Regente y Prim jefe del Gobierno, en el árbitro del poder político, lo que le facultaría para buscar un nuevo monarca para España, eligiéndose, en 1870, a Amadeo de Saboya, segundo hijo de Victor Manuel II de Italia, pensando en que su figura no crearía inquietud en las cancillerías europeas
El reinado de Amadeo I fue el primer intento en la historia de España de poner en práctica la forma de gobierno de la monarquía parlamentaria (monarquía popular o monarquía democrática, como se la llamó en la época), aunque se saldó con un sonoro fracaso ya que solo duró dos años (del día 2 de enero de 1871, en que fue proclamado como rey Amadeo I por las Cortes Constituyentes, al día 10 de febrero de 1873, en que presentó su abdicación). Entre las razones del fracaso se suele aducir el hecho de que el mismo día de la llegada a España del nuevo rey moría en Madrid el general Prim, víctima de un atentado que se había producido tres días antes (…)”



Carta de abdicación del Rey Amadeo de Saboya a las Cortes:
“… Dos largos años ha que ciño la Corona de España, y la España vive en constante lucha, viendo cada día más lejana la era de paz y de ventura que tan ardientemente anhelo. Si fueran extranjeros los enemigos de su dicha, entonces, al frente de estos soldados, tan valientes como sufridos, sería el primero en combatirlos; pero todos los que con la espada, con la pluma, con la palabra agravan y perpetúan los males de la Nación son españoles, todos invocan el dulce nombre de la Patria, todos pelean y se agitan por su bien; y entre el fragor del combate, entre el confuso, atronador y contradictorio clamor de los partidos, entre tantas y tan opuestas manifestaciones de la opinión pública, es imposible atinar cuál es la verdadera, y más imposible todavía hallar el remedio para tamaños males. Lo he buscado ávidamente dentro de la ley y no lo he hallado. Fuera de la ley no ha de buscarlo quien prometió observarla….” “…no me desprendo del amor a esta España tan noble como desgraciada, y de que no llevo otro pesar que el de no haberme sido posible procurarle todo el bien que mi leal corazón para ella apetecía. 
 Amadeo. 
 Palacio de Madrid a 11 de febrero de 1873.
Culturalmente es el Romanticismo la corriente imperante durante este segundo tercio del S.XIX que impregno con su pensamiento la alta sociedad vigente.El Romanticismo puede definirse como ese movimiento románico tradicionalista que surgió en Europa a finales del siglo XVIII y comienzos del siglo XIX. Una tendencia cultural que acabó con las costumbres de la Ilustración y el Neoclasicismo y que rompió con todos los esquemas de una época en la que lo diferente causaba repulsa pero al final se acababa imponiendo.
Los sentimientos fueron el hilo conductor de este movimiento cultural en el que la razón no era suficiente para explicar la firmeza de una realidad incomprendida y melancólica. El yo individual y la firme búsqueda de una ansiada libertad fueron los valores más exaltados de una época en la que la crisis atormentaba a una población con diferentes escalas sociales. El romanticismo en España es tardío y breve ya que el realismo tuvo mayor fuerza y predominó desde mediados del siglo XIX.  Así que podríamos considerar que el romanticismo literario se desarrolla desde en la primera mitad del siglo XIX 



miércoles, 30 de enero de 2019


 CERVANTES , SEVILLA Y SU OFICIO DE RECAUDADOR

Alfredo Pastor Ugena
La general admiración por Miguel de Cervantes (1547/1616), uno de los más célebres autores de la Literatura Universal ,no sólo en su faceta de gran escritor, nos hace detenernos en su azarosa vida llena de aventuras.
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Miguel de Cervantes


“Cervantes se va a Roma: partida repentina, ocasionada tal vez, si hemos de dar fe a una provisión real encontrada en el siglo XIX en el Archivo de Simancas, por un duelo, en 1569, en el que resultó herido Antonio de Sigura, un maestro de obras que pasaría más tarde a ocupar el cargo de intendente de las construcciones reales. Los duelos eran una cuestión de honra y honor. Los popularizaron los soldados de los tercios que estaban en Italia. Se llevaban a efecto porque la justici funcionaba muy mal. “Eran como la aplicación de la  justicia por la vía rápida”. Lope de Vega, Quevedo y Calderón se batieron también en duelo en alguna ocasión. Cervantes atribuye a Don Quijote un gran conocimiento de las leyes del duelo.
“A juzgar por el contenido del documento, el culpable -un tal Miguel de Cervantes, estudiante- había huido a Sevilla y era condenado en rebeldía a que le cortaran públicamente la mano derecha y a ser desterrado del reino por diez años. Fuese o no autor de dicha herida, Miguel, quizá recomendado por uno de sus parientes lejanos, el cardenal Gaspar de Cervantes y Gaete, pasa unos meses en Roma, al servicio del joven cardenal Acquaviva, como se infiere de sus posteriores confidencias a Ascanio Colonna, en la dedicatoria a La Galatea la primera de sus novelas (1585), que escribe tras su regreso del cautiverio”; Su última obra, que terminaba el mismo año de su muerte (1616), dedicada al conde de Lemos, fue Los trabajos de Persiles y Segismunda.
“…Juntando a esto el efecto de reverencia que hacían en mi ánimo las cosas que, como en profecía, oí muchas veces decir de V. S. Ilustrísima al cardenal de Aquaviva, siendo yo su camarero en Roma…”].
Después de estar al servicio del  cardenal Acquaviva en Italia, y posteriormente como soldado en la batalla de Lepanto (el 7 de octubre de 1571) , golfo y ciudad situados en la región griega de Peloponeso (donde pierde la movilidad de una mano debido a un arcabuzazo),  y estar cautivo en Argel durante cinco años (1575/1560), fue apresado por berberiscos y liberado por los padres Trinitarios.

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La batalla de Lepanto por Pablo Veronese

Cervantes, un escritor realista que llevó una vida andariega, en la que se mezcló y convivió con toda una serie variopinta de personajes y ambientes, que darán forma inspiradora a los personajes de sus grandes obras. Un hombre singular  que vivió al filo de la navaja.  Sus dificultades económicas, los distintos cargos y empleos por los que pasó, su capacidad para mantenerse en la escasa suerte que tuvo en sus reivindicaciones, le configuraron como un personaje excepcional con un gran imaginario. Era perspicaz y sensible y muy respetuoso con las mujeres
La vida de este gran personaje es tan aventurera y heroica como la de los protagonistas de sus propias novelas. Sólo consiguió oficios ingratos como: abastecedor de trigo, requisando este cereal y aceite o cobrando a deudores y morosos. Fue excomulgado y perseguido, se enfrentó al poder por sus ideas y formas de vivir
Ejerció como recaudador de impuestos, sobre todo en Sevilla, puesto que alcanza en 1547, estando al servicio de la Hacienda Real de su majestad el rey Felipe II y de la Armada Invencible como comisario real de abastos. Es decir tuvo que compaginar su vocación de escritor con las más variopintas situaciones y actividades.



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                                              Sevilla, Plaza de España

Nos vamos a detener en este escenario andaluz y en esta ocupación administrativa de Cervantes por la importancia que tuvo en el desarrollo de su vida. Su actividad consistía en requisar el trigo, aceite y cebada por los pueblos andaluces que visitaba para aprovisionar las naves del “rey prudente”, lo que supuso acumular todo un conjunto de aventuras y desventuras por Andalucía. Desde luego no se trataba de un trabajo agradable puesto que los sufridos agricultores estaban habituados a que la Hacienda Real pagara tarde y mal sus productos.
En este ir y venir por las tierras andaluzas fue acusado de venta ilegal de trigo por lo que sufrió cárcel en Écija, Sevilla y Córdoba de donde era natural su abuelo paterno. Los más estudiosos de Cervantes relacionan este tiempo en prisión con su predisposición a dar forma y a escribir El Quijote, novela a la que personalmente hace esta referencia:” No ha sido otro mi deseo que poner en aborrecimiento de los hombres las fingidas y disparatadas historias de los libros de caballerías”. El Quijote en una gran novela que todo el mundo conoce pero que no todo el mundo ha leído.
Esta actividad de recaudador, por la que ganaba 4500 maravedíes al año , además de estar dotado de ayudantes, no gozaba de ninguna gratitud salvo la económica.
Su trabajo atrajo la antipatía de muchos campesinos a los que visitaba y obligaba al cumplimiento impositivo, incluso a veces penalizándoles con multas y cárcel cuando no cumplían con sus pagos, yendo incluso casa por casa visitando a los deudores. ”Tanto es así que en aquella época además de las antipatías mencionadas también se ganó  una excomunión dos veces  tras requisar el trigo de algún eclesiástico y una orden de encarcelamiento dictada por un comendador que no consideraba legítimos sus requerimientos”.
Como podemos ver, la vida del Príncipe de los Ingenios está repleta de situaciones pintorescas que hacen incluso más atractivo al personaje histórico. Podríamos aventurarnos a decir que todos esos lances pasados en el desempeño de su trabajo, todas esas situaciones de enfrentamiento directo con  gentes de diferentes pueblos y las muchas noches pasadas en fondas de mala muerte  forman de alguna manera parte de “El Ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha”. Su actividad recaudatoria le conduce por los pueblos sevillanos de Paradas (1588), Carmona (1588 y 1590), Utrera (1592), Arahal (1592) y Marchena (1588, 1590 y 1592), La Rambla, Castro del Río, Espejo, Cabra Jaén Úbeda, baeza Estepa , Montilla, y en otras villas menores, como La puebla de Cazalla,. Además, documentos inéditos hallados el pasado año por José Cabello Núñez prueban que también visitó en Osuna, Morón y Villamartín (Cádiz).
Su periplo por el sur de España, sin embargo, no fue fácil. Fue acusado de venta ilegal de trigo y encarcelado además de la citada Écija (Sevilla) en Castro del Río (Córdoba), La proyección andaluza en la obra cervantina se manifiesta especialmente en sus Novelas Ejemplares.
Ser recaudador de impuestos en la España del siglo XVII no era tarea fácil, ni poco peligrosa. Cervantes estuvo 13 años ligado a esta actividad “Tras visitar Ronda y Vélez Málaga, depositó una parte de la recaudación en la casa de banca del comerciante Simón Freire en Sevilla,” un truhán moderno y majadero antiguo”. La mala suerte quiso que este banco quebrara y que le fuera imposible a Miguel de Cervantes entregar las sumas obtenidas en la Tesorería. Por este motivo, la Audiencia de Sevilla ordenó que fuera recluido en la Prisión Real en septiembre de 1597. Su cautiverio duró poco tiempo y a finales de ese mismo año obtuvo la libertad bajo fianza. En este punto acabaron los servicios de Miguel de Cervantes a la Hacienda de Felipe II”.(su padre y su abuelo también estuvieron en la cárcel).
“Se dice que es en esta prisión fue donde Cervantes idea “El Quijote”..Por lo que se observa el trabajo de recaudador no sólo era peligroso de por sí dada la hostilidad de la población contra la figura del recaudador Real, sino que incluso podía llegar hasta la responsabilidad personal por actos ajenos.”
Esta cárcel, muy populosa, era un edificio pintado de negro con categorías de unos 2000 presos apelotonados y confundidos. Había un ambiente tremendo y peligroso; un lugar complejo, conflictivo, un mundo aparte.


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Antigua Cárcel Real de Sevilla


Para Rafael López del Paso: “no se puede decir que Cervantes destacara en el campo de la gestión tributaria, pues aquel empleo “autoimpuesto” reservado a un selecto grupo de privilegiados, se convirtió en una fuente permanente de desventuras, desarrolladas, en gran parte, por el sur de España. Lo anterior obviamente no enturbia sus dotes e inmensurable aportación como escritor, e incluso hay quien se atreve a opinar que más bien lo contrario, pues en su ejercicio conoció a gran parte de los personajes que preñan su producción y en una cárcel se engendró su magna obra.
Tanto Andalucía como Sevilla son escenarios muy importantes e influyentes en su obra. Andalucía fue un pasaje vivido, gozado y sufrido por Cervantes. Fue la patria de sus placeres y desengaños donde acaparó un importante material sobre la condición humana que posteriormente incluyó en sus novelas.
Aprendió cómo era la vida en el campo y de sus gentes, sus penurias, la psicología de sus gentes sencillas y humildes, de sus penurias, cuyos prototipos veremos posteriormente reflejados en sus obras. Pernoctaba en múltiples fondas, en ese ir y venir por las tierras andaluzas, trajinando por sus pueblos y caminos, donde acopió muchas experiencias, como en el famoso mesón del Potro, en Córdoba, uno de los grandes centros de la picaresca del S. XVI.
Ciñéndonos un poco más a la presencia de Cervantes en Sevilla, podemos señalar que se instaló en esta ciudad durante seis años, entre 1587 a 1593, en los cuales pasó de ser Comisario Real de Abastos de toda Andalucía a estar encarcelado por abuso de poder y malversación de fondos, como hemos indicado. Precisamente, hoy el busto de nuestro autor está ubicado en la calle Entrecárceles, lugar en el que se encontraba la prisión donde fue reo. Muy cerca de aquí está la célebre calle Sierpes, que cita repetidamente en sus obra, como en Rinconete y Cortadillo, personajes principales de la novela ejemplar del mismo nombre. O también la historia de amor entre Isabela y Ricaredo en La Española Inglesa, tras muchas vicisitudes y contrariedades, logra su final feliz en la ciudad de Sevilla, en las inmediaciones del convento de Santa Paula.
Según Íñigo López, en El Diario- Pasaporteandalucía: “ aunque el hidalgo caballero Don Quijote no pasara de Sierra Morena en sus andanza, las referencias a esta ciudad son múltiples asociadas en su mayoría a la aventura, el poder y la riqueza. Tanto es así que en la segunda parte de la célebre obra hace referencia a uno de los iconos de la ciudad: El Giraldillo. El caballero del Bosque recuerda el encargo de su enamorada: "Una vez me mandó que fuese a desafiar a aquella famosa giganta de Sevilla llamada la Giralda, que es tan valiente y fuerte hecha de bronce, y sin mudarse de un lugar es la más movible y voltaria mujer del mundo. Llegué, vila y vencíle, y hícele estar queda y a raya, porque en más de una semana no soplaron sino vientos nortes”.     


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                       Giralda de Sevilla




Muchos grabados con vistas de Sevilla de los siglos XVI y XVII, ostentan el lema: "Quien no ha visto Sevilla, no ha visto maravilla". Esa es la imagen de la ciudad que difundieron grabadores y viajeros europeos. Era una de las ciudades más abigarradas, efervescentes y dinámicas, y de las más importantes de Europa, receptora de emigración procedentes de muchos países  y de muy diversas etnias. Se trataba de una ciudad cosmopolita a la que llamaban la “Nueva Roma” y la “Nueva Babilonia”. Era el centro del mundo, la puerta y el puerto del oro y la plata que venían de América; una ciudad de contrastes: las grandes riquezas convivían con ladrones y pícaros de todos los tamaños.
En ella floreció un núcleo artístico, científico, religioso y cultural donde concurría el esplendor que generaba la plata americana que arribaba en las bodegas de los galeones de la Flota de Indias, con la sordidez de unos desamparados que malvivían cada día como podían. Cervantes conoció bastante la Sevilla de los bajos fondos, de los pícaros, que plasma, por ejemplo en su citada obra de “Rinconete y Cortadillo”. Se recuerdan las calles donde se asentaban las comunidades de extranjeros: alemanes, francos, genoveses, flamencos… Destaquemos la llamada “Cruz de los Juramentos”, en la fachada meridional de la catedral, que muestra el lugar exacto donde los corredores y tratantes de la Casa de Contratación se juramentaban para cumplir con honestidad las condiciones de sus tratos.

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      Casa de Contratación de Sevilla




 Lo cierto es que desde el establecimiento por los Reyes Católicos en esta ciudad de la Casa de Contratación de Indias en 1503, (establecimiento donde se reunían los comerciantes y se facilitaba la contratación), Sevilla se convirtió en el centre económico de España. a lo que hay que sumar las bodas del emperador Carlos V en 1526,con su prima Isabel de Portugal. Llegó a ser un foco de atracción internacional, de la que Gil González Dávila, todavía en 1647 le denominaba:
"Corte sin Rey. Habitación de Grandes y Poderosos del Reyno y de gran multitud de Gentes y de Naciones ... compuesta de la opulencia y riqueza de dos Mundos, Viejo y Nuevo, que se juntan en sus plazas a conferir y tratar la suma de sus negocios.
Admirable por la felicidad de sus ingenios, templanza de sus aires,
serenidad de su cielo, fertilidad de la tierra..."
La antigua Hispalis se convirtió en una ciudad rica y poblada, católica y apostólica donde había una gran presencia de esclavos, la mayoría procedentes de África ecuatorial. Como apuntaba Cervantes, esta ciudad se parecía a una especie de tablero de ajedrez o juego de damas por su contraste racial. A los esclavos se les marcaba con una S y un clavo en cada mejilla. La Sevilla, en la que vive Cervantes, se había convertido, pues, en un gran centro esclavista y en un centro distribuidor de mano de obra en talleres, pintores y escultores como se puede ver en obras como Los Tres Niños de Murillo. Los esclavos se vendían en las gradas de la catedral, la calle de San Francisco y el Patio de los naranjos preferentemente.
“El siglo XVI es el siglo monumental por excelencia en Sevilla; los más importantes edificios del centro histórico son de esta época: Catedral (terminada en 1506), Lonja/Archivo de Indias (1584-1598), Giralda (campanario y Giraldillo: 1560-1568), Ayuntamiento (1527-1564), Hospital de las Cinco Llagas (1544-1601), iglesia de la Anunciación (1565-1578), Audiencia (1595-1597), la Casa de la Moneda (1585-87).
En ella convivían todo tipo de comerciantes y aventureros, ejerciendo una gran atracción sobre los europeos de la época. Era como la princesa de las ciudades de España. Su entorno se cubrió de posadas, casas de gula (mesones), casas de juegos y prostíbulos. Fue el gran bazar de Occidente y se convirtió en La Meca de los cambistas, fulleros, prostitutas, mendigos, ladrones, maleantes e indigentes. Aquí la riqueza convivía con la miseria. Todas las órdenes religiosas tenían su presencia en la ciudad.
Estaba repleta de oportunidades para unos, y de trampas mortales para los fracasados y miserables, desmesurada masa de pobres, mendigos y pícaros que reptaban por el subsuelo de la abundancia para recoger las migajas que se escabullían de las manos de los exitosos. El principal fracaso de Sevilla fue su propi éxito. Inspiró su propio género negro: la novela picaresca. Asimismo fue fuente del humanismo y de las ideas modernas ya que muchas de ellas germinaron y se desarrollaron allí. La Inquisición tuvo mucho que vigilar y demasiadas mentes que someter. Por cierto fue famoso el inquisidor don Miguel del Carpio, hermano de la madre de  Lope de Vega: ponía un gran entusiasmo en el achicharramiento de herejes, impresionando de tal manera al vulgo de Sevilla que mucho tiempo después se le recordaba diciendo, cuando una cosa estaba muy caliente: ¡quema como Carpio!
Resultado de imagen de elio antonio de nebrijaPor último destacar que Sevilla fue la cuna de grandes personajes como Bartolomé de las Casas (dominico, gran defensor de los indios en América), Elio Antonio de Nebrija (gran humanista autor de la primera gramática española), Arias Montano (gran orador distinguido en el Concilio de Trento)   o Lope de Rueda, al que se considera el precursor del teatro del Siglo de Oro.