CERVANTES ,
SEVILLA Y SU OFICIO DE RECAUDADOR
Alfredo Pastor Ugena
La general
admiración por Miguel de Cervantes (1547/1616), uno de los más célebres autores
de la Literatura Universal ,no sólo en
su faceta de gran escritor, nos hace detenernos en su azarosa vida llena de
aventuras.
Miguel de Cervantes
“Cervantes se
va a Roma: partida repentina, ocasionada tal vez, si hemos de dar fe a una
provisión real encontrada en el siglo XIX en el Archivo de Simancas,
por un duelo, en 1569, en el que resultó herido Antonio de Sigura, un maestro
de obras que pasaría más tarde a ocupar el cargo de intendente de las
construcciones reales. Los duelos eran una cuestión de honra y honor. Los
popularizaron los soldados de los tercios que estaban en Italia. Se llevaban a
efecto porque la justici funcionaba muy mal. “Eran como la aplicación de la
justicia por la vía rápida”. Lope de Vega, Quevedo y Calderón se
batieron también en duelo en alguna ocasión. Cervantes atribuye a Don Quijote
un gran conocimiento de las leyes del duelo.
“A juzgar por
el contenido del documento, el culpable -un tal Miguel de Cervantes,
estudiante- había huido a Sevilla y era condenado en rebeldía a que le cortaran
públicamente la mano derecha y a ser desterrado del reino por diez años. Fuese
o no autor de dicha herida, Miguel, quizá recomendado por uno de sus parientes
lejanos, el cardenal Gaspar de Cervantes y Gaete, pasa unos meses en Roma, al
servicio del joven cardenal Acquaviva, como se infiere de sus posteriores
confidencias a Ascanio Colonna, en la dedicatoria a La Galatea la
primera de sus novelas (1585), que escribe tras su regreso del cautiverio”; Su
última obra, que terminaba el mismo año de su muerte (1616), dedicada al conde
de Lemos, fue Los trabajos de Persiles y
Segismunda.
“…Juntando a esto el efecto de reverencia
que hacían en mi ánimo las cosas que, como en profecía, oí muchas veces decir
de V. S. Ilustrísima al cardenal de Aquaviva, siendo yo su camarero
en Roma…”].
Después de
estar al servicio del cardenal Acquaviva
en Italia, y posteriormente como soldado en la batalla de Lepanto (el 7 de
octubre de 1571) , golfo y ciudad situados en la región griega de Peloponeso (donde
pierde la movilidad de una mano debido a un arcabuzazo), y estar cautivo en Argel durante cinco años
(1575/1560), fue apresado por berberiscos y liberado por los padres Trinitarios.
La batalla de Lepanto por Pablo Veronese
Cervantes, un
escritor realista que llevó una vida andariega, en la que se mezcló y convivió
con toda una serie variopinta de personajes y ambientes, que darán forma
inspiradora a los personajes de sus grandes obras. Un hombre singular que vivió al filo de la navaja. Sus dificultades económicas, los distintos
cargos y empleos por los que pasó, su capacidad para mantenerse en la escasa
suerte que tuvo en sus reivindicaciones, le configuraron como un personaje
excepcional con un gran imaginario. Era perspicaz y sensible y muy respetuoso
con las mujeres
La vida de
este gran personaje es tan aventurera y heroica como la de los protagonistas de
sus propias novelas. Sólo consiguió oficios ingratos como: abastecedor de
trigo, requisando este cereal y aceite o cobrando a deudores y morosos. Fue
excomulgado y perseguido, se enfrentó al poder por sus ideas y formas de vivir
Ejerció como
recaudador de impuestos, sobre todo en Sevilla, puesto que alcanza en 1547,
estando al servicio de la Hacienda Real de su majestad el rey Felipe II y de la
Armada Invencible como comisario real de abastos. Es decir tuvo que compaginar
su vocación de escritor con las más variopintas situaciones y actividades.
Sevilla, Plaza de España
Nos vamos a
detener en este escenario andaluz y en esta ocupación administrativa de
Cervantes por la importancia que tuvo en el desarrollo de su vida. Su actividad
consistía en requisar el trigo, aceite y cebada por los pueblos andaluces que
visitaba para aprovisionar las naves del “rey prudente”, lo que supuso acumular
todo un conjunto de aventuras y desventuras por Andalucía. Desde luego no se
trataba de un trabajo agradable puesto que los sufridos agricultores estaban
habituados a que la Hacienda Real pagara tarde y mal sus productos.
En este ir y
venir por las tierras andaluzas fue acusado de venta ilegal de trigo por lo que
sufrió cárcel en Écija, Sevilla y Córdoba de donde era natural su abuelo
paterno. Los más estudiosos de Cervantes relacionan este tiempo en prisión con
su predisposición a dar forma y a escribir El Quijote, novela a la que
personalmente hace esta referencia:” No
ha sido otro mi deseo que poner en aborrecimiento de los hombres las fingidas y
disparatadas historias de los libros de caballerías”. El Quijote en una
gran novela que todo el mundo conoce pero que no todo el mundo ha leído.
Esta actividad
de recaudador, por la que ganaba 4500 maravedíes al año , además de estar
dotado de ayudantes, no gozaba de ninguna gratitud salvo la económica.
Su trabajo
atrajo la antipatía de muchos campesinos a los que visitaba y obligaba al
cumplimiento impositivo, incluso a veces penalizándoles con multas y cárcel
cuando no cumplían con sus pagos, yendo incluso casa por casa visitando a los
deudores. ”Tanto es así que en aquella
época además de las antipatías mencionadas también se ganó una excomunión dos veces tras requisar el trigo de algún eclesiástico y
una orden de encarcelamiento dictada por un comendador que no consideraba
legítimos sus requerimientos”.
Como podemos
ver, la vida del Príncipe de los Ingenios está repleta de
situaciones pintorescas que hacen incluso más atractivo al personaje histórico.
Podríamos aventurarnos a decir que todos esos lances pasados en el
desempeño de su trabajo, todas esas situaciones de enfrentamiento directo con
gentes de diferentes pueblos y las muchas noches pasadas en fondas de mala
muerte forman de alguna manera parte de “El Ingenioso hidalgo Don Quijote
de la Mancha”. Su actividad recaudatoria le conduce por los pueblos sevillanos
de Paradas (1588), Carmona (1588 y 1590), Utrera (1592), Arahal (1592) y
Marchena (1588, 1590 y 1592), La Rambla, Castro del Río, Espejo, Cabra Jaén
Úbeda, baeza Estepa , Montilla, y en otras villas menores, como La puebla de
Cazalla,. Además, documentos inéditos hallados el pasado año por José Cabello
Núñez prueban que también visitó en Osuna, Morón y Villamartín (Cádiz).
Su periplo por
el sur de España, sin embargo, no fue fácil. Fue acusado de venta ilegal de
trigo y encarcelado además de la citada Écija (Sevilla) en Castro del Río
(Córdoba), La proyección andaluza en la obra cervantina se manifiesta especialmente
en sus Novelas Ejemplares.
Ser recaudador de impuestos en la España del
siglo XVII no era tarea fácil, ni poco peligrosa. Cervantes estuvo 13 años
ligado a esta actividad “Tras visitar Ronda y Vélez Málaga, depositó una parte
de la recaudación en la casa de banca del comerciante Simón Freire en Sevilla,”
un truhán moderno y majadero antiguo”. La mala suerte quiso que este banco
quebrara y que le fuera imposible a Miguel de Cervantes entregar las sumas
obtenidas en la Tesorería. Por este motivo, la Audiencia de Sevilla ordenó que
fuera recluido en la Prisión Real en septiembre de 1597. Su cautiverio duró
poco tiempo y a finales de ese mismo año obtuvo la libertad bajo fianza. En
este punto acabaron los servicios de Miguel de Cervantes a la Hacienda de
Felipe II”.(su padre y su abuelo también estuvieron en la cárcel).
“Se dice que es en esta prisión fue donde
Cervantes idea “El Quijote”..Por lo que se observa el trabajo de recaudador no
sólo era peligroso de por sí dada la hostilidad de la población contra la
figura del recaudador Real, sino que incluso podía llegar hasta la
responsabilidad personal por actos ajenos.”
Esta cárcel, muy populosa, era un edificio
pintado de negro con categorías de unos 2000 presos apelotonados y confundidos.
Había un ambiente tremendo y peligroso; un lugar complejo, conflictivo, un
mundo aparte.
Antigua Cárcel Real de Sevilla
Para Rafael
López del Paso: “no se puede decir que Cervantes destacara en el campo de la
gestión tributaria, pues aquel empleo “autoimpuesto” reservado a un selecto grupo
de privilegiados, se convirtió en una fuente permanente de desventuras,
desarrolladas, en gran parte, por el sur de España. Lo anterior obviamente no
enturbia sus dotes e inmensurable aportación como escritor, e incluso hay quien
se atreve a opinar que más bien lo contrario, pues en su ejercicio conoció a
gran parte de los personajes que preñan su producción y en una cárcel se
engendró su magna obra.
Tanto
Andalucía como Sevilla son escenarios muy importantes e influyentes en su obra.
Andalucía fue un pasaje vivido, gozado y sufrido por Cervantes. Fue la patria
de sus placeres y desengaños donde acaparó un importante material sobre la
condición humana que posteriormente incluyó en sus novelas.
Aprendió cómo
era la vida en el campo y de sus gentes, sus penurias, la psicología de sus
gentes sencillas y humildes, de sus penurias, cuyos prototipos veremos
posteriormente reflejados en sus obras. Pernoctaba en múltiples fondas, en ese
ir y venir por las tierras andaluzas, trajinando por sus pueblos y caminos, donde
acopió muchas experiencias, como en el famoso mesón del Potro, en Córdoba, uno
de los grandes centros de la picaresca del S. XVI.
Ciñéndonos un
poco más a la presencia de Cervantes en Sevilla, podemos señalar que se instaló
en esta ciudad durante seis años, entre 1587 a 1593, en los cuales pasó de ser
Comisario Real de Abastos de toda Andalucía a estar encarcelado por abuso de
poder y malversación de fondos, como hemos indicado. Precisamente, hoy el busto
de nuestro autor está ubicado en la calle Entrecárceles, lugar en el que se
encontraba la prisión donde fue reo. Muy cerca de aquí está la célebre calle
Sierpes, que cita repetidamente en sus obra, como en Rinconete y Cortadillo, personajes principales de la novela
ejemplar del mismo nombre. O también la historia de amor entre Isabela y
Ricaredo en La Española Inglesa,
tras muchas vicisitudes y contrariedades, logra su final feliz en la ciudad de
Sevilla, en las inmediaciones del convento de Santa Paula.
Según Íñigo
López, en El Diario- Pasaporteandalucía:
“ aunque el hidalgo caballero Don Quijote no pasara de Sierra Morena en
sus andanza, las referencias a esta ciudad son múltiples asociadas en su
mayoría a la aventura, el poder y la riqueza. Tanto es así que en la segunda
parte de la célebre obra hace referencia a uno de los iconos de la ciudad: El
Giraldillo. El caballero del Bosque recuerda el encargo de su enamorada:
"Una vez me mandó que fuese a desafiar a aquella famosa giganta de Sevilla
llamada la Giralda, que es tan valiente y fuerte hecha de bronce, y sin mudarse
de un lugar es la más movible y voltaria mujer del mundo. Llegué, vila y vencíle, y hícele estar queda y a raya, porque en más de
una semana no soplaron sino vientos nortes”.
Giralda de Sevilla
Muchos
grabados con vistas de Sevilla de los siglos XVI y XVII, ostentan el lema: "Quien no ha visto Sevilla, no ha visto
maravilla". Esa es la imagen de la ciudad que difundieron grabadores y
viajeros europeos. Era una de las ciudades más abigarradas, efervescentes y
dinámicas, y de las más importantes de Europa, receptora de emigración
procedentes de muchos países y de muy
diversas etnias. Se trataba de una ciudad cosmopolita a la que llamaban la
“Nueva Roma” y la “Nueva Babilonia”. Era el centro del mundo, la puerta y el
puerto del oro y la plata que venían de América; una ciudad de contrastes: las
grandes riquezas convivían con ladrones y pícaros de todos los tamaños.
En ella
floreció un núcleo artístico, científico, religioso y cultural donde concurría
el esplendor que generaba la plata americana que arribaba en las bodegas de los
galeones de la Flota de Indias, con la sordidez de unos desamparados que
malvivían cada día como podían. Cervantes conoció bastante la Sevilla de los
bajos fondos, de los pícaros, que plasma, por ejemplo en su citada obra de “Rinconete
y Cortadillo”. Se recuerdan las calles donde se asentaban las comunidades de
extranjeros: alemanes, francos, genoveses, flamencos… Destaquemos la llamada “Cruz de los Juramentos”, en la fachada
meridional de la catedral, que muestra el lugar exacto donde los corredores y
tratantes de la Casa de Contratación se juramentaban para cumplir con
honestidad las condiciones de sus tratos.
Casa de Contratación de Sevilla
Lo cierto es que desde el establecimiento por
los Reyes Católicos en esta ciudad de la Casa de Contratación de Indias en
1503, (establecimiento donde se reunían los comerciantes y se facilitaba la
contratación), Sevilla se
convirtió en el centre económico de
España. a lo que hay que sumar las bodas del emperador Carlos V en 1526,con su
prima Isabel de Portugal. Llegó a ser un foco de atracción internacional, de la
que Gil González Dávila, todavía en 1647 le denominaba:
"Corte sin Rey. Habitación de Grandes y
Poderosos del Reyno y de gran multitud de Gentes y de Naciones ... compuesta de
la opulencia y riqueza de dos Mundos, Viejo y Nuevo, que se juntan en sus
plazas a conferir y tratar la suma de sus negocios.
Admirable por la felicidad de sus ingenios, templanza de sus aires,
serenidad de su cielo, fertilidad de la tierra..."
Admirable por la felicidad de sus ingenios, templanza de sus aires,
serenidad de su cielo, fertilidad de la tierra..."
La antigua
Hispalis se convirtió en una ciudad rica y poblada, católica y apostólica donde
había una gran presencia de esclavos, la mayoría procedentes de África
ecuatorial. Como apuntaba Cervantes,
esta ciudad se parecía a una especie de tablero de ajedrez o juego de damas por
su contraste racial. A los esclavos se les marcaba con una S y un clavo en cada
mejilla. La Sevilla, en la que vive Cervantes, se había convertido, pues, en un
gran centro esclavista y en un centro distribuidor de mano de obra en talleres,
pintores y escultores como se puede ver en obras como Los Tres Niños de
Murillo. Los esclavos se vendían en las gradas de la catedral, la calle de San
Francisco y el Patio de los naranjos preferentemente.
“El siglo XVI
es el siglo monumental por excelencia en Sevilla; los más importantes edificios
del centro histórico son de esta época: Catedral (terminada en 1506),
Lonja/Archivo de Indias (1584-1598), Giralda (campanario y Giraldillo:
1560-1568), Ayuntamiento (1527-1564), Hospital de las Cinco Llagas (1544-1601),
iglesia de la Anunciación (1565-1578), Audiencia (1595-1597), la Casa de la
Moneda (1585-87).
En ella
convivían todo tipo de comerciantes y aventureros, ejerciendo una gran
atracción sobre los europeos de la época. Era como la princesa de las ciudades
de España. Su entorno se cubrió de posadas, casas de gula (mesones), casas de
juegos y prostíbulos. Fue el gran bazar de Occidente y se convirtió en La Meca
de los cambistas, fulleros, prostitutas, mendigos, ladrones, maleantes e
indigentes. Aquí la riqueza convivía con la miseria. Todas las órdenes
religiosas tenían su presencia en la ciudad.
Estaba repleta
de oportunidades para unos, y de trampas mortales para los fracasados y
miserables, desmesurada masa de pobres, mendigos y pícaros que reptaban por el
subsuelo de la abundancia para recoger las migajas que se escabullían de las
manos de los exitosos. El principal fracaso de Sevilla fue su propi éxito.
Inspiró su propio género negro: la novela
picaresca. Asimismo fue fuente del humanismo y de las ideas modernas ya que
muchas de ellas germinaron y se desarrollaron allí. La Inquisición tuvo mucho
que vigilar y demasiadas mentes que someter. Por cierto fue famoso el
inquisidor don Miguel del Carpio, hermano de la madre de Lope de Vega: ponía un gran entusiasmo en el
achicharramiento de herejes, impresionando de tal manera al vulgo de Sevilla
que mucho tiempo después se le recordaba diciendo, cuando una cosa estaba muy
caliente: ¡quema como Carpio!
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