viernes, 9 de noviembre de 2018

BELMONTE Y SU ENTORNO HISTORICO


LACERÍA TURISMO Nº1, 

DICIEMBRE DE 201







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ISSN 2173-2184 MADRID. Depósito Legal M-4639-2007
Director: Alfredo Pastor Ugena
Vicedirectora: Adelina Arranz Aguilera
Página Web:
Email: apastorugena@gmail.com

BELMONTE Y SU ENTORNO HISTÓRICO: PERSONAJES Y PATRIMONIO.
Texto: Alfredo Pastor Ugena
Fotos: Adelina Arranz Aguilera
           
El pasado día 18 de octubre, un grupo de periodistas y escritores participamos en Belmonte (Cuenca), en un encuentro temático sobre este pueblo, uno de los más bonitos de España, donde parece que nos situamos por momentos en la España del S. XV. Está situado geográficamente en el vértice de cuatro de las cinco provincias castellano-manchegas.
Patrimonio, grandes personajes históricos, monumentalidad, gastronomía exquisita, naturaleza….engalanan a esta villa preciosa que está ganando mucha atracción turística.
            Recorrimos sus calles, observamos sus casas blasonadas de hace muchos años, las muestras de su arquitectura exenta, pero también pudimos notar uno de los problemas principales de la provincia: la despoblación. Cuenca es una de las provincias más despobladas de España junto a Soria y Teruel. De hecho Belmonte ha creado su propio eslogan como podéis ver en la imagen siguiente:




Esta villa, distinguida por tanta belleza, comprende  un entorno regido por la importancia de sus grandes momentos históricos y su monumentalidad relevante que dignifica la presencia de grandes personajes en el entramado de sus calles estrechas de muros blancos y empinadas cuestas “Un emplazamiento que ofrece grandes experiencias que vivir alrededor de sus gruesas murallas medievales”. Es un lugar donde el descanso se convierte en poesía porque fue su poeta quien huía del mundanal ruido (Fray Luis de León) a lo que hay que añadir sus hermosos atardeceres.









           Vivienda antiquísima. La imagen  aparece con soportales tapiados. Es un ejemplo de la prosperidad que la Villa tuvo en la Edad Media.
Merece la pena visitar Belmonte, villa de realengo, dulcificada por el devenir de la historia que la abriga y da fe de los personajes importantes que la ensalzaron para siempre: Fray Luis de León, don Juan Pacheco, el Marqués de Villena, Eugenia de Montijo, entre otros.
El infante don Juan Manuel(1282/1348), hijo de Fernando III “ El Santo”deja aquí su huella con su famoso palacio (hoy convertido en un hotel, desde 2014, muy distinguido y acogedor que une comodidad, lujo y belleza), con su claustro  principal de estilo renacentista. Un remanso único de paz que une historia, tradición y cultura. “Fue construido asimismo para ser una Venta Del Quijote que diera hospedaje a los viajeros de la ruta”. Esta villa, distinguida por tanta belleza, comprende  un entorno regido por la importancia de sus grandes momentos históricos y su monumentalidad relevante que dignifica la presencia de grandes personajes en el entramado de sus calles estrechas de muros blancos y empinadas cuestas “Un emplazamiento que ofrece grandes experiencias que vivir alrededor de sus gruesas murallas medievales”. Es un lugar donde el descanso se convierte en poesía porque fue su poeta quien huía del mundanal ruido (Fray Luis de León) a lo que hay que añadir sus hermosos atardeceres.
















Antiguo palacio de D. Juan Manuel










“El Conde Lucanor
”, básica en la formación de estudiantes de bachillerato, pues es uno de los principales representantes de la prosa medieval, denominado” príncipe de las letras castellanas” por ese conjunto de cuentos, vertidos en la obra señalada, a modo de exempla”, una obra literaria a caballo entre la ficción y la literatura sapiencial tan propia del medievo. La escribe con una prosa seca, directa, sin ambages, y anticipándose unos años a un hito de la literatura universal como es el “Decamerón” de Boccaccio (la obra castellana se culminó en 1335 y la italiana en 1348).
Otras  de sus obras no menos importantes son el Libro de la Caza o el Libro del Caballero y el Escudero. En el castillo de Peñafiel (Valladolid) creó una gran biblioteca  y es el lugar donde hoy se promociona la denominada “ruta de don Juan Manuel” que va de Renego de Esgueva hasta Peñafiel.
            Fue poseedor de múltiples títulos nobiliarios en Castilla y el encargado de amurallar Belmonte y levantar un alcázar, al que convertiría en un palacio, este Príncipe de Villena, en el S.XIV (1324). Construye este castillo como fortaleza de paso para sus viajes. Posteriormente se utilizaría como convento hasta los años 60 del S. XX.
“Versado en la lengua latina, el derecho, la teología y la historia, y educado en disciplinas propias de la nobleza (caza, equitación, esgrima…), acabó convirtiéndose en una de las personas más poderosas de su tiempo, acuñando su propia moneda y dirigiendo un ejército personal de más de 1000 caballeros. Halló su muerte en Córdoba, aunque su cadáver fue trasladado y sepultado en el Convento de San Pablo de Peñafiel. Fue sin duda un gran ejemplo de gobernante ilustrado.
Otro de los grandes personajes de la villa de Belmonte Fue Juan Pacheco, marqués de Villena y Tercer señor de Belmonte, que nace en 1419 entre los muros del palacio citado así como su hermano Pedro Girón cuatro años más joven que fue “maestre de la Orden de Calatrava .Ambos eran sobrinos del arzobispo Carrillo, un prelado rico, importante y aguerrido que llevó de su brazo al altar a Isabel la Católica, convirtiéndose posteriormente en uno de sus más grandes enemigos.
Don Juan Pacheco fue  uno de los hombres más importantes e influyentes de la segunda mitad de la Edad Media, verdadero señor de la villa de Belmonte. Procedía de una familia portuguesa exiliada en Castilla tras la batalla de Aljubarrota (1385). Mandó construir el Castillo de Belmonte y la Colegiata (donde están enterrados sus padres y abuelos; él lo está en el monasterio de El Parral, Segovia), el Convento de los Franciscanos y el Hospital de San Andrés.
Este personaje dominó la política castellana desde los últimos años del reinado de Juan II hasta el reinado de Isabel La Católica, siendo hombre de confianza del rey Enrique IV de Castilla. Fue nombrado marqués de Villena en 1445; más tarde sería Maestre de la Orden de Santiago.
Fray Luis de León (1527-1591).Nació en Belmonte y murió en Madrigal de las Altas Torres (Ávila).Estudió filosofía con Fray Juan de Guevara y teología con Melchor Cano. Más tarde fue catedrático de la universidad de Salamanca. Sufrió la persecución de la Inquisición a causa de sus traducciones de la Biblia.


                                            Estatua condecorativa de Fray Luis de León

Fue uno de los humanistas más importantes de su época y de la literatura ascética del S. XVI. Su poesía titulada Vida Retirada, es realmente impresionante, por lo que reproducimos el primer quinteto:
 “Qué descansada vida
la del que huye el mundanal ruïdo
y sigue la escondida
senda por donde han ido
los pocos sabios que en el mundo han sido! 
Fue también autor de magníficas obras como De los Nombres de Cristo o La Perfecta Casada, esta última obra dedicada a su hermana, por cuyo evento visitó Belmonte en 1571.
Este gran poeta y religioso agustino español de la escuela salmantina fue “uno de los poetas más importantes de la segunda fase del Renacimiento español junto con Francisco de AldanaAlonso de ErcillaFernando de Herrera y San Juan de la Cruz. Su obra está inspirada por el deseo del alma de alejarse de todo lo terrenal para poder alcanzar lo prometido por Dios, identificado con la paz y el conocimiento. Los temas morales y ascéticos dominan toda su obra”. Murió en madrigal de las Altas Torres en 1591.Sus restos reposan en la Capilla de la Universidad de Salamanca.
Como no recordar entre los grandes personajes de la villa d Belmonte a María Eugenia de Montijo, nacida en Granada en 1826. Mujer de gran belleza fue esposa de  Napoleón III durante el Segundo Imperio y una mujer referente de la moda de su tiempo y heredó el castillo de Belmonte que mandó reconstruir, lo que mandó al arquitecto Sureda.
“Eugenia se convertiría en regente de Francia durante tres ocasiones, e influiría en la ambiciosa expansión imperial hacia el continente americano; donde ejecutaría dicha empresa en México. Tenía el sueño romántico de construir un imperio católico en el mundo occidental y así ganar la aprobación del Papa. De esta manera, comenzó el fracaso de construir un imperio a miles de kilómetros sobre los frágiles cimientos de un pueblo dividido, cuyos problemas eran poco conocidos”, escribió el historiador David Duffen su obra «Eugenia de Montijo y Napoleón III» (Rialp 1981).



María Eugenia Palafox Portocarrero y Kirkpatrick nació en pleno centro histórico de Granada el 5 de mayo de 1826 y pocos podrían haber imaginado en aquel momento que Eugenia de Montijo llegaría a ser la emperatriz de los franceses..De difícil carácter, indomable y profundamente terca, blasonó con su presencia a la villa de Belmonte. Heredó su castillo y encargó de su restauración a Sured




Belmonte ,como ya hemos apuntado, es un centro histórico regido por la monumentalidad. Vamos a destacar algunas muestras de ello:
El Castillo: de estilo gótico-mudéjar, mandado construir por Don Juan Pacheco. Se encuentra en perfecto estado. Su planta tiene forma de estrella y su interior parece un palacio muy bien decorado y con lijosas techumbres mudéjares en sus salones y galerías. Es como un bestiario mudéjar esculpido en piedra, lo que hace que este castillo sea de los más emblemáticos de nuestro país. Tiene un impresionante patio de armas.  En su interior se han rodado grandes producciones cinematográficas, como Juana la Loca, El Caballero Don Quijote, etc.







Concebido como palacio-fortaleza, fue levantado en el cerro de San Cristóbal por Juan Pacheco, Marqués de Villena, entre 1456 y 1472. Es de estilo gótico-mudéjar. Se observa cómo del Castillo parten dos brazos de muralla que rodeaban todo el pueblo y le servían de defensa. Fue mandada construir por D. Juan Pacheco para que “la villa sea cerrada o rodeada en derredor con cerca de cal y canto”.







Interior del Castillo. Su artesonado mudéjar es de gran valor, lo que contrasta con la rudez de sus muros. Galería de la primera planta.



                                                                           Patio de armas

La Colegiata de San Bartolomé: fue construida sobre la antigua parroquia visigoda del S. V. La mandó construir Don Juan Pacheco y en 1459 el Papa Pío II la erige en Colegiata. Las familias nobles fueron agregando capillas en las naves laterales, dotándola de altares y de una rejería preciosa, pinturas y ornamentos; todo ello realizado por los mejores artesanos de la época. Destacan arquitectos como Esteban Jamete o Andrés de Valdevira y retablos hechos por Juan de Borgoña, pinturas de Alonso cano o Luis de Morales e imaginarios como Francisco Salcillo o Pascual de Mena. La puerta lateral de la Colegiata es una preciosidad.









La Colegiata, junto al Castillo, fueron mandados construir por Juan Pacheco, el Marqués de Villena. En ella están enterrados sus padres. Esta puerta es la lateral de la Colegiata, conocida como Puerta de los Perdones. Tiene tres naves de arcos apuntados y y bóveda de crucaría con once capillas adosadas fundadas en diferentes épocas
















               






















Pila bautismal situada en la capilla del mismo nombre de la Colegiata. En ella fue bautizaron Fray Luis de León y D. Juan Pacheco, entre otros. Es del S.XV y fue realizada por los hermanos Egas Cueman y Hanquín de Bruselas

En su interior, tiene planta de tres naves, con cuatro tramos que separan gruesos pilares redondos soportando arcos apuntados y bóveda de crucería, diferenciamos una variedad de estilos, donde se aprecia el auge, la majestuosidad y el exquisito gusto de la época. El coro es uno de sus espacios más bellos. Es el primer coro historiado que se hace en España. El órgano es también de una belleza inigualable, obra de Julián Alcarria Muy impresionante es la capilla bautismal con una antiquísima pila donde fue bautizado Fray Luis de león.

                              










Escena de su coro espectacular, el primer coro historiado que se hace en España. Hecho  en 1454. Representa a Adán y Eva en el Paraiso El coro es obra de Egas Cueman (autor de importantes obras en la catedral en Toledo),  y su hermano Hanaquín,con filigranas y figuras talladas como las que aquí observamos. Es de madera de nogal y fue realizado para la Catedral de Cuenca pero en el S. XVIII la Colegiata de Belmonte se lo compró.

También destacamos en esta villa monumental: la Puerta de Almudí, el Convento de los Jesuitas, la Ermita y Virgen de Gracia, etc.






  Puerta de Almudí, del Rollo o del Cristo de los Ausentes. El nombre de Almudí le viene por estar junto al Pósito, se refiere este término a la casa pública destinada a la compra y venta de trigo.



Fachada del Convento de los jesuitas. La fundación de este Colegio fue la última que autorizó personalmente San Ignacio de Lozoya, en 1558.

Por último fuimos agasajados con una gran hospitalidad por las bodegas Mont Reaga productoras de un vino excepcional, donde procedimos a la cata de sus más prestigiosos productos: “las Liras, Tempo, Mont Reaga clásico reserva, etc.

























sábado, 16 de junio de 2018

WATERLOO


http://www.mentideroliterario.es/wp-content/uploads/2018/02/pablo_picasso_by_raipun-d80o4vq.jpgWATERLOO: EL FINAL DE LA HEGEMONÍA MILITAR NAPOLEÓNICA
Alfredo Pastor Ugena

http://www.mentideroliterario.es/wp-content/uploads/2018/02/pablo_picasso_by_raipun-d80o4vq.jpgLa Revolución Francesa y el imperialismo napoleónico cambiaron las estructuras socioeconómicas y políticas de Europa y gran parte del mundo. Hacia el final del proceso revolucionario francés, la burguesía apeló al ejército para evitar acudir al pueblo o promover la vuelta del Antiguo Régimen. El general Napoleón Bonaparte dio un golpe de Estado el 18 y 19 de Brumario (9 y 10 de diciembre de 1799) y se hizo con el poder.
El imperio napoleónico supuso el mantenimiento de la supremacía socioeconómica de la burguesía. El cambio de signo de las guerras (1812-1814) y las crisis económicas (1810-1815) motivaron la retirada de la confianza de la burguesía hacia Napoleón I. En efecto, tras la primera abdicación (6 de abril de 1814)  su definitiva derrota en Waterloo (18 de junio d1 1815) selló la inevitable caída de su imperio, tras la efímera recuperación del poder durante los Cien Días: 20 de marzo a 28 de junio de 1815.
La batalla de Waterloo fue la última batalla de las guerras napoleónicas en la que se vio cómo las ambiciones del emperador francés eran aplastadas de una vez para siempre. Las campañas de España y Rusia fueron los precedentes más significativos de este ocaso.
A pesar de su antigua genialidad en la campaña, Napoleón fue incapaz de derrotar a los ejércitos aliados, y los prusianos acabaron de determinar su suerte al acudir en ayuda de Wellington el 18 de junio, en lugar de retroceder tras su revés en Ligny.Después de ser derrotado por el Duque de Wellington, fue desterrado a la remota isla de Santa Elena.  Napoleón estaba librando ya demasiadas batallas y tenía muchos frentes abiertos y las fuerzas aliadas de Gran Bretaña, Prusia, los Países Bajos y Bélgica estaban haciendo todo lo posible por derrotarle
El 4 de abril, Napoleón abdicó oficialmente de su cargo de Emperador de Francia. Las fuerzas aliadas decidieron exiliarlo a la pequeña isla de Elba, en la costa toscana. En lugar de un imperio europeo, ahora Napoleón sólo gobernaba los 120 kilómetros cuadrados de aquel terreno áspero. Los aliados instauraron rápidamente la monarquía borbónica, proclamando a Luis XVIII, rey de Francia.
Por tanto, el 1 de marzo de 1815, Napoleón se escapó de la isla de Elba, y desembarcó en el puerto de Cannes, en la costa mediterránea, con unos cuantos seguidores. Los soldados que fueron enviados por el rey Luis XVIII para detener a Napoleón, desertaron y se unieron al antiguo emperador. Bonaparte llegaba a París el 20 de marzo de 1815, y fue calurosamente recibido por los campesinos y la clase media. Luis XVIII y los aliados declararon proscrito a Napoleón.
La batalla de Waterloo (una población de la actual Bélgica situada a unos veinte kilómetros al sur de Bruselas), según últimas investigaciones, no se libró en concreto en esta ciudad sino más al sur, en concreto en las aldeas de Braine-l'Alleud y Plancenoit.Fue la última batalla de las guerras napoleónicas en la que se vio cómo las ambiciones del emperador francés eran aplastadas de una vez. A pesar de su antigua genialidad en la campaña, Napoleón fue incapaz de derrotar a los ejércitos aliados, y los prusianos, dirigidos por el Duque de Wellington, que estuvo al mando de una fuerza multinacional de irlandeses, galeses y escoceses, donde no faltaban tampoco los holandeses, los belgas, y el prusiano por GebhardLebercht von Blucher. Tras esta batalla se derrumbó el gobierno de los Cien Días
            El fracaso militar de Napoleón Bonaparte terminó con sus aspiraciones de retomar el sueño imperial. Seis días antes de la derrota, el Congreso de Viena firmó su acta final, donde las naciones vencedoras, Reino Unido, Austria, Rusia y Prusia, se unieron para sepultar las ideas revolucionarias extendidas por el francés y para restablecer las fronteras a su antojo
“(…) Tras la Batalla de Waterloo, Napoleón trató de tomar un barco para huir a América, pero fue capturado por los británicos. Suplicó asilo en Gran Bretaña, pero los ingleses se negaron, y desterraron a Napoleón a Santa Elena, donde vivió seis años hasta fallecer, una isla remota a cientos de kilómetros de la costa de África. Napoleón no volvió jamás a pisar suelo frnacés. Los últimos seis años de su vida los pasó en Santa Elena.
A pesar de no tener un glorioso fin, el legado de Napoleón duró mucho más. Sus ideas, tanto políticas como militares, y otros principios de la Revolución Francesa, se llevaron a Europa occidental y otros puntos del planeta (…)”. Murió años después, en 1821, a los 52 años de edad.
El Primer Imperio Francés fue destruido tras la derrota de Waterloo. Francia perdió la hegemonía continental y los Borbones recuperaron el trono de París. La Corona recayó en Luis XVIII, hermano del último monarca, Luis XVI (el XVII se reservó para el hijo de éste que se suponía había reinado preso en la prisión del Temple tras la ejecución de su padre). Se promulgó la Charte, una nueva Constitución, aprobada por el Senado napoleónico, que confirmaba algunas conquistas revolucionarias (libertad de opinión, libertad de culto, gobierno representativo, etc.).”
El sueño de Napoleón de edificar una "Unión Europea", una "Nación de Naciones", no pudo cumplirse: una unidad continental bajo hegemonía francesa. Un imperio con una moneda común, un mismo código jurídico y una misma lengua. La idea de Napoleón contemplaba la creación de una Gran Imperio compuesto por Francia y los territorios sometidos y presidido por él mismo. El Sistema Continental lo formaría el Gran Imperio y las naciones aliadas. Napoleón no sólo no consiguió su propósito sino que despertó los sentimientos nacionalistas a lo largo y ancho de Europa.
Las fuerzas aliadas se reunieron en el Congreso de Viena , en noviembre de 1814, para decidir la mejor manera de dividirse los territorios conquistados por Napoleón. Mientras que las potencias europeas se peleaban por estos territorios, Napoleón recibía constantes informes de que el pueblo francés estaba descontento con la nueva monarquía restaurada. Fue convocado por Gran Bretaña, Austria, Rusia y Prusia en 1814 terminó el 8 de junio de 1815, días antes de Waterloo. El objetivo era defender la tradición, la legalidad, la monarquía y el equilibrio real y duradero en Europa; en definitiva, el Antiguo Régimen. La gran beneficiada fue Gran Bretaña, que se había convertido en primera potencia marítima y extendió su influencia comercial y política por todo el mundo.
En este Congreso , el 26 de septiembre de 1815, se creó la Santa Alianza por iniciativa del zar Alejandro I. El objetivo era avanzar hacia un régimen de paz y un gobierno cristiano en Europa y evitar cualquier alteración de la Restauración. En un principio estuvo formada por Rusia, Austria, Prusia y Gran Bretaña pero en 1818 se unió también Francia. Podía intervenir en cualquier país para detener los movimientos revolucionarios o liberales. Además, el Sistema de Congresos favoreció el uso de la diplomacia en política internacional. En España intervino la santa Alianza bajo la enseña de los Cien Mil Hijos de San Luis , “un contingente francés con voluntarios españoles que combatió en España en 1823 en defensa del Antiguo régimen, por el que abogaba Fernando VII de España, poniendo fin a la Guerra Realista y alTrienio Liberal”.
Con la llegada de los Cien Mil Hijos de San Luis, España volvía a ser lo que fuera años atrás: un país sumido en el absolutismo y anclado en el pasado, situación que se prolongaría durante toda una década, hasta la muerte del «Deseado» en 1833. Durante todos estos años, se dilapidaron todos los derechos y libertades que tanta sangre y sudor habían costado, y se volvió a hacer cada vez más palpable el enfrentamiento entre las dos grandes corrientes políticas, una desde la clandestinidad y la otra desde el poder. 


EL GUERNICA DE PABLO PICASSO


PASEOS POR LA HISTORIA DEL ARTE. LA PINTURA: EL GUERNICA DE PABLO PICASSO por Alfredo Pastor Ugena. Doctor en historia.
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“¿Te gusta? Llévatelo. Total, fuiste tú el que lo hizo” dijo Pablo Picasso al general de la Gestapo que revisaba entre sus cosas y que, por casualidad, se había topado con una postal de su polémica obra: Guernica”.
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Pablo Ruiz Picasso. Por Raipun

El 26 de abril de 1937, en el proceso de la Guerra Civil Española, tuvo lugar el bombardeo de Guernica (conocido también como Operación Rögen).Esta acción militar aérea fue realizado por la Aviación de la Legión Cóndor alemana y la Aviación Legionaria italiana que combatían ayudando a las tropas nacionales de Franco.
“ (…)El primer avión apareció hacia las cuatro de la tarde y dejó caer algunas bombas. Al cabo de unos quince minutos tuvo lugar la primera oleada, tres aviones en formación triangular que volaban muy bajo. Así empezó el bombardeo sistemático de Gernika que se prolongó durante más de tres horas.
Los aspectos técnicos del bombardeo de Gernika siguen siendo hoy uno de los temas más apasionantes de la historia contemporánea. La destrucción de Gernika fue obra de la Legión Cóndor alemana y de las fuerzas aéreas italianas, actuando bajo las órdenes del ejército franquista sublevado. La táctica militar que se aplicó fue tan devastadora que Gernika ha pasado a la historia como el primer ensayo de guerra total.
"Los aviones despegaban del aeródromo de Vitoria, rebasaban el litoral y luego, dando media vuelta, seguían el valle del Oca, atacando Guernica de Norte a Sur. Al parecer pertenecían a tres tipos: Heinkel 111, Junker 52 de bombardeo y Heinkel 51 de caza y ametrallamiento. Debieron formar dos masas, que se turnaban y en cuanto al número de cada una existe una general discrepancia. Por fijar ideas, bien podemos suponer que en cada oleada actuaban, entre bombardeos y cazas, alrededor de 15 a 20 aviones. Eran suficientes. Su táctica consistió en arrojar primero bombas rompedoras ordinarias, luego racimos de pequeñas bombas incendiarias y simultáneamente, ametrallar al personal al descubierto, no sólo el que se encontraba en la ciudad, sino también en sus alrededores e incluso en las anteiglesias comarcales.(…)"                                       
  (Martínez Bande. Vizcaya. Fundación Museo de La Paz de Gernika)

 Picasso, que utilizó a menudo su arte como elemento de propaganda e instrumento contra la guerra, pintó el cuadro en 33 días. Esta obra universal no sería sólo un producto de las inquietudes que tenía el pintor por el bombardeo, sino que realiza una excelsa interpretación de una especie de sinfonía compuesta por todos los fantasmas atormentados: “El caballo herido, el toro, la mujer con el niño desvaneciéndose entre sus brazos, el guerrero derrotado y el portador de la luz, por ejemplo, son todas referencias a cuestiones que perseguían o habrían perseguido a Picasso en algún momento de su vida. son reunidos para representar lo que sucede en Guernica. La vida de Picasso era de por sí un bombardeo, y no dudó en usarla para representar lo trágico y horrendo que fue el ataque en Guernica. Se trata todo de la lucha del humano contra el mal y de los problemas personales como fuente de inspiración a encontrar la luz incandescente que lucha con aquella luz tecnificada llamada guerra”.
Sobre un angustioso escenario arquitectónico en el que apenas se reconocen unas ventanas, un tejado, un suelo de baldosas y una mesa, aparecen nueve figuras, seis personas y tres animales. Están perfectamente ordenadas, a pesar de la imagen de caos que aparentan, en torno a una pirámide compensada por dos ejes verticales situados en los extremos. El lienzo se convierte en un espacio bidimensional que renuncia al fondo, presentándonos todas las imágenes en el mismo plano, con la desaparición de la perspectiva.
            Ésta no sería la primera ni última vez que el arte hacía de elemento unificador de una humanidad fraccionada por el conflicto, pero si la primera vez que cobraría un significado universal y vigente a través del tiempo. Con Guernica, Picasso nos deja (como antes lo había hecho Goya) una obra que nos recuerda las consecuencias que nos trae la guerra, los horrores que deja a su paso en la sociedad por satisfacer caprichos personales y cómo siempre seguir una luz puede hacer que todo retome su camino.
            Desde el punto de vista temático esta obra gira en torno a los horrores de aquella acción bélica destructiva-ya indicada- que aconteció en la ciudad vasca de Guernica. La noticia fue titular en todos los periódicos que destacaban la brutalidad de la acción, ejercida sobre una pequeña ciudad, desarmada y tan sólo ocupada por población civil. Sobre este motivo, comienza a construir Picasso el gran lienzo, poco a poco, decantando los motivos concretos del bombardeo para ir concentrando toda la violencia en símbolos y figuras que dejan de remitirse al hecho concreto. Guernica se convierte así en un grito contra la guerra desde el punto del vista de la víctimas, una reflexión sobre la destrucción y el dolor aplicable a cualquier tipo de conflicto, convirtiendo un hecho concreto en una obra universal.
               Los personajes representados son todos ellos víctimas sin la aparición de ningún soldado. Su interpretación ha sido muy cuestionada, negándose reiterativamente el pintor a darles un significado concreto. En la izquierda aparecen un toro (¿España? ¿el fascismo que vuelve la cabeza sin importarle el espectáculo?), un pájaro sobre la mesa, una mujer con su hijo muerto entre los brazos y una estatua mutilada. El centro lo ocupa un caballo herido (¿el pueblo español?) que pisotea el brazo de la estatua que sostiene una espada rota y una flor. Sobre ellos aparece un ojo-sol con una bombilla como pupila (¿la esperanza?). En la zona derecha se encuentran tres mujeres, una que avanza hacia la luz, otra que porta un candil y, en el extremo, otra con los brazos en alto, gritando en medio de las llamas.
            Picasso plantea perfectamente el horror y la destrucción derivados de la guerra mediante un lenguaje pictórico a medio camino entre el cubismo y el expresionismo, utilizando los recursos expresivos de ambos estilos.
            El color y la luz funcionan de una forma conjunta. Desde el primer momento, Picasso pensó en el cuadro como una imagen en blanco y negro que, en su limitación cromática, pudiera transmitir todo el clima de dolor y tragedia. Sobre este fondo, los gestos dramáticos de los personajes quedan en suspenso, como gritos aterradores dentro de un silencio general al que colabora la ausencia de color, aunque no de tonos, pues el gris, en diferentes gradaciones, atempera y da cohesión a los bruscos contrastes del blanco y el negro. (Ver por ejemplo la cabeza del caballo).
            La luz es totalmente artificial e incluso irreal, pues los supuestos focos (ventanas, quinqué y la lámpara del techo) no producen una iluminación racional sino que ésta viene marcada por la geometrización y la multiplicidad de puntos de vista cubistas.  En general, los personajes fundamentales aparecen fuertemente iluminados, sin sombras, lo cual acentúa su bidimensionalidad. Respecto al color utiliza una reducida gama cromática en blanco, negro y gris. Esta limitación cromática, pudiera transmitir todo el clima de dolor y tragedia.
            Iconográficamente esta obra sirvió a Picasso para pintar multitud de lienzos más durante los años de la Guerra Civil, a favor de la paz y en contra de la barbarie humana. “El Guernica significa, dentro de la obra del pintor, la conciliación de la investigación formal a la que antes se había dedicado casi por completo (cubismo, surrealismo) con el compromiso político en favor de la causa republicana y en contra de la guerra y sus consecuencias. Dentro de este pensamiento, Picasso se sitúa en la línea abierta por Rubens en su Horror de la guerra (del cual extrae, además, numerosas posturas de personajes) y, sobre todo, por Goya en sus Fusilamientos, con la misma visión antiheroica de la violencia como una fuerza ciega que nada soluciona, muy por el contrario”.