Alfredo Pastor Ugena

El imperio
napoleónico supuso el mantenimiento de la supremacía socioeconómica de la
burguesía. El cambio de signo de las guerras (1812-1814) y las crisis
económicas (1810-1815) motivaron la retirada de la confianza de la burguesía
hacia Napoleón I. En efecto, tras la primera abdicación (6 de abril de
1814) su definitiva derrota en Waterloo
(18 de junio d1 1815) selló la inevitable caída de su imperio, tras la efímera
recuperación del poder durante los Cien Días: 20 de marzo a 28 de junio de
1815.
La batalla de
Waterloo fue la última batalla de las guerras napoleónicas en la que se vio
cómo las ambiciones del emperador francés eran aplastadas de una vez para
siempre. Las campañas de España y Rusia fueron los precedentes más significativos
de este ocaso.
A pesar de su
antigua genialidad en la campaña, Napoleón fue incapaz de derrotar a los
ejércitos aliados, y los prusianos acabaron de determinar su suerte al acudir
en ayuda de Wellington el 18 de junio, en lugar de retroceder tras su revés en
Ligny.Después de ser derrotado por
el Duque de Wellington, fue
desterrado a la remota isla de Santa Elena. Napoleón estaba librando ya demasiadas
batallas y tenía muchos frentes abiertos y las fuerzas aliadas de Gran Bretaña,
Prusia, los Países Bajos y Bélgica estaban haciendo todo lo posible por
derrotarle
El 4 de abril,
Napoleón abdicó oficialmente de su cargo de Emperador de Francia. Las fuerzas
aliadas decidieron exiliarlo a la pequeña isla de Elba, en la costa toscana. En
lugar de un imperio europeo, ahora Napoleón sólo gobernaba los 120 kilómetros
cuadrados de aquel terreno áspero. Los aliados instauraron rápidamente la monarquía borbónica, proclamando a Luis XVIII, rey de Francia.
Por tanto, el
1 de marzo de 1815, Napoleón se escapó de la isla de Elba, y desembarcó en el
puerto de Cannes, en la costa mediterránea, con unos cuantos seguidores. Los
soldados que fueron enviados por el rey Luis XVIII para detener a Napoleón,
desertaron y se unieron al antiguo emperador. Bonaparte llegaba a París el 20
de marzo de 1815, y fue calurosamente recibido por los campesinos y la clase
media. Luis XVIII y los aliados declararon proscrito a Napoleón.
La batalla de
Waterloo (una población de la actual Bélgica situada a unos veinte kilómetros
al sur de Bruselas), según últimas investigaciones, no se libró en concreto en
esta ciudad sino más al sur, en concreto en las aldeas de Braine-l'Alleud
y Plancenoit.Fue la
última batalla de las guerras napoleónicas en la que se vio cómo las ambiciones
del emperador francés eran aplastadas de una vez. A pesar de su antigua
genialidad en la campaña, Napoleón fue incapaz de derrotar a los ejércitos
aliados, y los prusianos, dirigidos por el
Duque de Wellington, que estuvo al mando de una fuerza multinacional
de irlandeses, galeses y escoceses,
donde no faltaban tampoco los holandeses, los belgas, y el prusiano por GebhardLebercht von Blucher. Tras esta batalla se derrumbó el
gobierno de los Cien Días
El
fracaso militar de Napoleón Bonaparte terminó con sus aspiraciones de retomar
el sueño imperial. Seis días antes de la derrota, el Congreso de Viena firmó su
acta final, donde las naciones vencedoras, Reino Unido, Austria, Rusia y
Prusia, se unieron para sepultar las ideas revolucionarias extendidas por el
francés y para restablecer las fronteras a su antojo
“(…) Tras la Batalla de Waterloo, Napoleón
trató de tomar un barco para huir a América, pero fue capturado por los
británicos. Suplicó asilo en Gran Bretaña, pero los ingleses se negaron, y
desterraron a Napoleón a Santa Elena, donde vivió seis años hasta fallecer, una
isla remota a cientos de kilómetros de la costa de África. Napoleón no volvió
jamás a pisar suelo frnacés. Los últimos seis años de su vida los pasó en Santa
Elena.
A pesar de no
tener un glorioso fin, el legado
de Napoleón duró mucho más. Sus ideas, tanto políticas como
militares, y otros principios de la Revolución Francesa, se llevaron a Europa
occidental y otros puntos del planeta (…)”. Murió años después, en 1821, a los
52 años de edad.
“El Primer Imperio Francés fue destruido tras
la derrota de Waterloo. Francia perdió la hegemonía continental y los Borbones
recuperaron el trono de París. La Corona recayó en Luis XVIII, hermano del
último monarca, Luis XVI (el XVII se reservó para el hijo de éste que se
suponía había reinado preso en la prisión del Temple tras la ejecución de su
padre). Se promulgó la Charte,
una nueva Constitución, aprobada por el Senado napoleónico, que confirmaba
algunas conquistas revolucionarias (libertad de opinión, libertad de culto,
gobierno representativo, etc.).”
El sueño de Napoleón de edificar una "Unión Europea", una "Nación de Naciones", no pudo cumplirse: una unidad continental bajo hegemonía francesa.
Un imperio con una moneda común, un mismo código jurídico y una misma lengua.
La idea de Napoleón contemplaba la creación de una Gran Imperio compuesto por
Francia y los territorios sometidos y presidido por él mismo. El Sistema
Continental lo formaría el Gran Imperio y las naciones aliadas. Napoleón no
sólo no consiguió su propósito sino que despertó los sentimientos
nacionalistas a lo largo y ancho de Europa.
Las fuerzas
aliadas se reunieron en el Congreso de Viena , en
noviembre de 1814, para decidir la mejor manera de dividirse los territorios
conquistados por Napoleón. Mientras que las potencias europeas se peleaban por
estos territorios, Napoleón recibía constantes informes de que el pueblo
francés estaba descontento con la nueva monarquía restaurada. Fue convocado
por Gran Bretaña, Austria, Rusia y Prusia en 1814 terminó el 8 de junio de
1815, días antes de Waterloo. El objetivo era defender la tradición, la
legalidad, la monarquía y el equilibrio real y duradero en Europa; en
definitiva, el Antiguo Régimen. La gran beneficiada fue Gran Bretaña, que se
había convertido en primera potencia marítima y extendió su influencia
comercial y política por todo el mundo.
En este Congreso , el 26 de septiembre
de 1815, se creó la Santa Alianza por iniciativa del zar Alejandro I. El
objetivo era avanzar hacia un régimen de paz y un gobierno cristiano en Europa
y evitar cualquier alteración de la Restauración. En un principio estuvo
formada por Rusia, Austria, Prusia y Gran Bretaña pero en 1818 se unió también
Francia. Podía intervenir en cualquier país para detener los movimientos revolucionarios
o liberales. Además, el Sistema de Congresos favoreció el uso de la diplomacia
en política internacional. En España intervino la santa Alianza bajo la
enseña de los Cien Mil Hijos de San Luis , “un contingente francés con
voluntarios españoles que combatió en España en 1823 en defensa del Antiguo
régimen, por el que abogaba Fernando
VII de España, poniendo fin a la Guerra Realista y alTrienio Liberal”.
Con la llegada
de los Cien Mil Hijos de San Luis, España volvía a ser lo que fuera años atrás:
un país sumido en el absolutismo y anclado en el pasado, situación que se
prolongaría durante toda una década, hasta la muerte del «Deseado» en 1833.
Durante todos estos años, se dilapidaron todos los derechos y libertades que
tanta sangre y sudor habían costado, y se volvió a hacer cada vez más palpable
el enfrentamiento entre las dos grandes corrientes políticas, una desde la
clandestinidad y la otra desde el poder.
No hay comentarios:
Publicar un comentario